La gangrena es una afección que corresponde a la muerte celular (necrosis) que puede afectar a una parte del cuerpo, más a menudo a un miembro o a un órgano (corazón, hígado, pulmones). Basta que la circulación de la sangre se detenga en un área (arteria bloqueada, infección) para que aparezca la gangrena: sin oxígeno los tejidos orgánicos se pudren. Distinguimos, en particular, la llamada gangrena seca en la que el tejido a menudo aparece negro y que principalmente es debida a la interrupción del flujo de sangre a causa de una arteria bloqueada. La llamada gangrena húmeda está dominada, en cambio, por la presencia de tejidos en estado de putrefacción. Lo ideal es intervenir antes de la etapa de la gangrena: en casos avanzados, sin embargo, el restablecimiento de la circulación adecuada puede no ser suficiente y una amputación puede ser necesaria.