La colecistitis define la inflamación de la pared de la vesícula biliar. Con mayor frecuencia se trata de un mecanismo puntual o agudo, seguido de la obstrucción del conducto cístico por un cálculo. Varios factores son responsables: un cálculo biliar es la causa más común, formado principalmente por aglutinación de cristales de colesterol en la bilis que se satura. También pueden ser secundarios a una obstrucción intermitente o parcial del conducto cístico y causa un engrosamiento de las paredes de la vesícula biliar. Tenga en cuenta que la colecistitis aguda también puede ser debida a la isquemia de la pared vesicular cerca de 1 en 10 casos.
Los síntomas relacionados con el origen del cálculo biliar colecistitis son:
La colecistitis crónica suele ser asintomática o provocar dolores intermitentes de cólicos hepáticos.
El médico puede practicar una toma de sangre en la búsqueda de alteraciones hepáticas y de marcadores de inflamación modificados. Una radiografía del abdomen se puede realizar para revelar los cálculos, pero éstos no son siempre visibles. En caso de síntomas sugerentes, el examen indispensable es la ecografía que es el más eficaz y mostrará un aumento de las paredes de la vesícula con la evidencia del cálculo.
El tratamiento para la colecistitis aguda es la cirugía. Se puede realizar la ablación de la vesícula biliar: la colecistectomía . La cirugía se puede hacer rápidamente o se retrasa 48 horas en el caso de signos de gravedad. Mientras tanto, se administran los antibióticos . En la colecistitis crónica, también a veces se utiliza la colecistectomía en función de la repercusión clínica.
Es posible prevenir la colecistitis crónica con una dieta saludable y equilibrada con un control del colesterol.