La soledad: ¿qué nos puede ayudar a salir de ella?
La soledad: se ha llegado a definir como el cáncer de nuestro tiempo
- Uno de los males de esta época es la soledad.
- La soledad es una sensación de aislamiento que nos lleva, en la mayoría de los casos, a una tristeza profunda.
- Hay muchas más personas solas de las que podemos imaginar, y muchas de ellas, lo ocultan, tratando de ofrecer la idea de que tienen su círculo social o amistoso.
- El problema de la soledad puede afectar a cualquier edad: jóvenes, maduros y ancianos.
Mucha gente se avergüenza de ella
- La soledad es como la pobreza, algo de lo que mucha gente se avergüenza y no se atreve a confesar.
- Parece como si uno mismo no fuera lo suficientemente capaz para "funcionar" en este mundo.
Puede ser causa de múltiples patologías
- La soledad también se considera como uno de los posibles factores que causan otros desórdenes:
- depresión.
- suicidio.
- graves problemas médicos, como las enfermedades cardiovasculares.
La ayuda de los otros
- Las personas que tienen la fortuna de tener familia y amigos con los que compartir la vida, deben desarrollar la solidaridad con las personas que están solas.
- Esta solidaridad no debe ser compasiva, que a veces puede ser humillante, sino auténtica, franca y cercana.
- Muchas veces damos por hecho que todos tienen a alguien con quien compartir tiempo, conversaciones o afecto, y no es así: después de sonreírte pueden dirigirse a su casa y encontrarse completamente solos.
- Y no es justo, ni para ellos por lo que supone de sufrimiento, ni para los demás por lo que supone de inconsciente ignorancia.
- Es importante que nos preguntemos cómo están los demás y que adoptemos una actitud generosa, abierta y receptiva.
La persona que se encuentra o está sola
- Con frecuencia cree que la causa de su soledad está en los demás y no en sí mismo: hace culpables de su problema a las personas y circunstancias de su entorno.
- Debe hacer esfuerzos para intentar salir de este encierro.
- A menudo detrás de la soledad se esconde un punto de falso orgullo o soberbia.
- La persona sola debe aprender a decirlo con toda franqueza: "¡Oye, estoy solo!" o "en estos momentos no tengo a nadie", "me gustaría contar contigo".
- Debe intentar adoptar una actitud activa, de búsqueda, para encontrar almas afines, gente con las que compartir, amigos con los que sentarte a ver una película o con los que trabajar por algo en común.
- Quizás su familia no es la más apropiada para acogerla o tuvo fuertes desengaños con ellos, pero siempre hay personas con las que crear una familia propia de amigos.
La rabia y el rencor
- Quizás la rabia, el rencor, el resentimiento, la frustración o la decepción más profunda lo llevaron a esta situación, o quizás el egoísmo y el abandono por parte de los demás.
- Pero lo más importante es salir de ahí y gritalo a los cuatro vientos: hacer que la vida empiece de nuevo.
- Es importante no aferrarse al pasado, se tenga la edad que se tenga y se haya vivido lo que se haya vivido.
La soledad no deseada
- La soledad no deseada puede llegar a ser dolorosa, autodestructiva, angustiosa y provocar enfermedad (depresión, obesidad, hipertensión, infarto).
- Hay que aprender no solo a combatirla, sino también a disfrutar de ella: muchas veces puede llegar a resultar enriquecedora si sabemos como manejarla además de una sana y necesaria elección en determinados momentos de nuestra vida.
La frase más importante podría ser ésta: Hoy ya es un nuevo día
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