El aprendizaje del niño a hacer sus necesidades

Generalmente adquirida entre los 2 y 3 años de edad, hacer sus necesidades por si sólo es un aprendizaje antes de ser un obstáculo a superar. Hacer que su niño aprenda a hacer sus necesidades solo es un proceso que puede ser relativamente largo y que exige mucha paciencia.

¿Cómo definir el control de esfínteres en el niño?

El término "control de esfínteres" hace referencia a un conjunto de aptitudes adquiridas por el niño pequeño, que le permiten hacer sus necesidades de manera autónoma. La edad de adquisición de esta capacidad depende del ritmo de desarrollo del niño. Generalmente se logra entre los dos y tres años de edad. En la mayoría de niños, el control de esfínteres es totalmente adquirido a la edad de 4 años, sabiendo que todavía es posible que puedan orinarse en la cama hasta la edad de los 5 años de edad.

El control de esfínteres del niño: una cuestión de madurez

Varias condiciones deben ser reunidas para que el niño sea capaz de hacer sus necesidades de manera autónoma ya que el control de esfínteres involucra la madurez en diferentes puntos:

  • Madurez fisiológica, relaciona al control del esfínter anal (a partir de los 18 - 21 meses). Para controlar la necesidad de orinar, el niño debe controlar el esfínter vesical (alrededor de 2 años de edad), que necesita una conciencia activa.
  • Madurez de los nervios sensitivos: corresponde a la sensación de "lleno", previo a la necesidad de hacer sus necesidades, y que es sentida alrededor de los 2 años de edad.
  • Madurez intelectual: el niño debe comprender el mismo la relación lógica que vincula la sensación (ganas de hacer sus necesidades), la bacinica y el resultado de la sensación inicial (orina, materia fecal).
  • Madurez afectiva: corresponde al deseo de crecer del niño, y a su capacidad de comprender lo que sus padres esperan de él.

¿Cuándo animar al niño a usar la bacinica?

Varios signos indican que el niño es receptivo al aprendizaje de hacer por si sólo sus necesidades. Particularmente en los casos siguientes:

  • Es consciente de lo que pasa cuando hace sus necesidades.
  • Es capaz de decir que tiene ganas de orinar o de defecar y comprende las instrucciones para hacerlo.
  • Puede sentarse y levantarse sin ayuda.
  • No moja más la cama durante su sueño.
  • Puede bajar y subir sus pantalones de manera autónoma.

Acompañar el aprendizaje de hacer sus necesidades

Si su niño es receptivo, puede proporcionarle la bacinica cuando tiene ganas de hacer sus necesidades.
Esta etapa de transición necesita mucha paciencia y es progresivamente adquirida después de varios intentos.

  • Utilizar referencias y palabras simples (pipí, popó).
  • Tener a simple vista la bacinica, hacerlo fácilmente accesible.
  • Animar al niño a avisar cuando necesita usarlo.
  • Felicitarlo cuando logra hacer sus necesidades sin ayuda.
  • Estimular su aprendizaje mediante el juego. Contarle historias simples que tienen relación con el aprendizaje a hacer sus necesidades por sí sólo, jugar a "simular" proporcionándole una pequeña bacinica de juguete y utilizar una marioneta para explicar la utilización de la bacinica mediante el juego.

Lo que hay que evitar

Los padres están generalmente ansiosos cuando su niño tarda en aprender a usar la bacinica. En todos los casos, los pediatras desaconsejan la reprimenda o el hecho de forzar al niño a utilizarla. Forzarlos y reprenderlos favorece la aparición de ciertos trastornos de la personalidad.

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