Vacaciones al sol, peligros en el mar

Vacaciones: los peligros del mar

El pez araña


Pez común en aguas frías del mar Mediterráneo y del este del océano Atlántico. El pequeño pez araña mide aproximadamente 25 cm. Se entierra en la arena esperando a sus presas (pequeños moluscos). Al menor movimiento, el pez levanta dos punzones o espinas dorsales y si un pie se apoya sobre estas espinas, el pez inyectará inmediatamente su veneno. La misma desventura puede ocurrirle a un pescador de caña que captura este pequeño pez y ser envenenado al sacarlo del anzuelo.

La picadura del pez araña es extremadamente dolorosa al principio, semejante a una quemadura o a una violenta descarga eléctrica. Más tarde aparece un dolor intenso que puede extenderse en toda la pierna y desaparecer después de varios días.

El tratamiento es casi idéntico al de las picaduras de avispa, abeja o avispón. Se basa en el uso de analgésicos, pero también se puede usar los antihistamínicos, la cortisona, incluso la adrenalina porque el riesgo de anafilaxia existe en ciertas personas. El pie debe ser metido en agua caliente a unos 40 a 45 grados Celsius durante 1 hora a hora y media ya que el pez araña al ser pisado libera una toxina, conocida como "termolábil", que se elimina a altas temperaturas.

Las medusas

La más frecuente en el Mediterráneo es la Pelagia Noctiluca, que se instaló establemente, en parte debido al recalentamiento de las aguas pero también en respuesta a la rarefacción de sus depredadores naturales (atunes, tortugas).

Los filamentos urticantes descargan su veneno al menor contacto e infligen una quemadura muy dolorosa de segundo grado en la piel. La cicatrización es lenta y la cicatriz queda a menudo pigmentada.

Los envenenamientos severos son raros, pero pueden provocar numerosos síntomas como: cefaleas, síncope, convulsiones, vómitos, espasmos musculares, parálisis, choque anafiláctico, problemas cardiacos, broncoespasmos...

Tratamiento inmediato : jamás frotar la piel ni lavarlo con agua dulce debido a la liberación suplementaria de veneno por estallido de microvesículas depositadas en la piel. Lavar la herida con abundante agua de mar y luego aplicar alcohol o vinagre.

Los antihistamínicos sólo tienen una eficacia limitada o ninguna. La terapia local con corticoesteroides puede ser utilizada en caso de dolores prolongados.

Los erizos de mar

Sólo son peligrosos si se pone el pie encima de alguno. Las espinas se rompen la mayoría de las veces en la piel, por lo que es muy difícil extraerlas.

Solución: aplicar vaselina en toda la zona de la herida durante varios días envuelto con plástico (vendaje oclusivo) y extraer pacientemente y muy delicadamente (porque son frágiles) los fragmentos de las espinas. Esto puede durar varias semanas o meses.

Desinfectar diariamente la zona afectada. También debe administrarse una vacuna antitetánica.

Las heridas por anzuelo

Jamás hay que tratar de extraerlos por sus propios medios porque un anzuelo no sale de la manera que entró.

Una intervención médica es necesaria. Si se trata de un anzuelo pequeño , es suficiente un mínimo de anestesia local y de una pequeña incisión por un bisturí, desinfección de la herida y vendaje.

Si se trata de un anzuelo grande, la anestesia local es siempre necesaria. Hay que empujar el gancho para sacar la punta fuera de la piel. Una pinza cortante cizallará la punta y bastará con extraerlo en el sentido opuesto para retirar el resto del gancho sin despedazar los tejidos cutáneos. Luego se debe desinfectar la herida cuidadosamente y vendarla.

También debe administrarse una vacuna antitetánica.

Otros peligros que no hay que olvidar

Las hélices de los barcos, los resbalones en los peñascos, los arpones de los fusiles submarinos, los cascos de botella escondidos bajo la arena y las quemaduras solares.

CCM Salud es una publicación informativa realizada por un equipo de especialistas de la salud.
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