Piercing: riesgos y complicaciones

Colocarse un piercing no debe tomarse a la ligera porque la perforación de la piel y de las membranas mucosas puede provocar la aparición de microbios.
Las personas que deciden colocarse un piercing deben conocer las complicaciones a las que podrían enfrentarse, sabiendo que la gran mayoría de éstas pueden evitarse si las condiciones de higiene son respetadas meticulosamente.

Reacciones alérgicas

Las reacciones más frecuentes son el eczema donde el piercing fue colocado.

Reacciones a los productos utilizados para la desinfección

Los productos que el profesional utiliza para desinfectarse la piel o las manos pueden provocar un eczema.

Reacciones a los compuestos

El níquel es el elemento sospechoso más frecuente.

Infecciones microbianas locales

Las infecciones microbianas son las reacciones más frecuentes y se dan entre 10 y 15% aproximadamente. Éstas, a menudo, son provocadas por estafilococos o estreptococos.

Infecciones virales

Colocarse un piercing puede originar una hepatitis B, hepatitis C, herpes o una infección provocada por el virus del VIH.

Traumatismos

Colocarse un piercing puede provocar un traumatismo local como llagas, hematomas, hemorragias, etc.

La particularidad de los piercing en la boca

Los piercing en la boca aumentan aproximadamente un 20% de riesgo de fracturas dentarias y de enfermedades gingivales.

Cicatrización difícil

La cicatrización es difícil.

Saber más

CCM Salud es una publicación informativa realizada por un equipo de especialistas de la salud.
El documento « Piercing: riesgos y complicaciones » se encuentra disponible bajo una licencia Creative Commons. Puedes copiarlo o modificarlo libremente. No olvides citar a CCM Salud (salud.ccm.net) como tu fuente de información.
Únete a la comunidad