Augmentin es un medicamento utilizado para tratar ciertas infecciones. También puede ser administrado de modo preventivo antes de una intervención quirúrgica. La presentación es una solución que se inyecta vía intravenosa.
Augmentin es indicado en las personas que sufren de ciertas infecciones de origen bacteriano cuando los gérmenes presentan una resistencia a otros antibióticos. Puede ser utilizado en caso de una afección respiratoria, ginecológica, digestiva, renal, urogenital, cutánea y osteoarticular (que afecta a los huesos y las articulaciones).
Augmentin es también indicado para evitar infecciones postoperatorias, particularmente antes de realizar una colecistectomía (ablación de la vesícula biliar), una cirugía digestiva y una gastrostomía (apertura de un orificio para que el estómago pueda comunicarse con el exterior).
Augmentin es contraindicado en los pacientes alérgicos a uno de los componentes de la solución o a los antibióticos que pertenecen a los betalactámicos, como la cefalosporina y la penicilina. Es también contraindicado a las personas que presentan antecedentes de afección hepática.
Augmentin es susceptible de provocar trastornos digestivos (náuseas, vómitos, diarrea, dolores abdominales), reacciones alérgicas (urticaria, edema de Quincke), trastornos respiratorios y una erupción cutánea (granos). Otras afecciones más raras asociadas a Augmentin puede ser hepatitis, leucopenia (déficit de glóbulos blancos), anemia (déficit de glóbulos rojos) o nefritis (inflamación de uno o ambos riñones).
Ciertas bacterias son capaces de desarrollar una resistencia a los tratamientos antibacterianos, es lo que se llama la resistencia adquirida. Es por eso que es importante identificar el germen responsable antes de administrar Augmentin.