La progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford es una enfermedad genética muy rara que afecta a un niño cada 4 a 8 millones (en Francia únicamente existen 3 casos detectados, alrededor de 1000 en el mundo). La anomalía genética provoca un envejecimiento acelerado del bebé desde el nacimiento; es por esta razón que se le conoce también con el nombre de la "enfermedad del niño-viejo". Los niños afectados presentan dolores articulares, piel fina y están expuestos a transtornos cardiovasculares. Sus capacidades cognitivas están intactas. La esperanza de vida no sobrepasa los 13 años.