Recomendaciones para el período de canícula

El Ministerio de Asuntos Sociales y de la Salud francés publicó en mayo de 2012 sus recomendaciones para el período de Canícula, un guía completa que reagrupa fichas de informaciones para la atención del público y para los profesionales de salud. Comprende un conjunto de buenas prácticas destinadas a los médicos para facilitar el tratamiento de las personas con riesgo a sufrir una afección o descompensación en períodos de calor fuerte y tratar de manera adecuada las patologías ligeras o graves relacionadas al período de canícula.

Mecanismos fisiológicos en respuesta al calor

  • En períodos de calor, la evaporación de sudor es el único medio que tiene una persona para eliminar el calor producido por el metabolismo. Este fenómeno requiere dos condiciones: la persona no debe estar deshidratada y el aire que le rodea debe estar en movimiento.
  • El flujo sanguíneo cutáneo es el otro factor importante de regulación de la temperatura corporal, que puede aumentar de modo considerable durante la exposición al calor. Este aumento depende del gasto cardíaco.
  • El impacto del calor sobre el cuerpo humano es agravado por el efecto conjugado del envejecimiento fisiológico y de las patologías subyacentes.

Mensajes importantes de prevención:

  • La calidad del agua condiciona las cantidades absorbidas espontáneamente para rehidratarse. Una temperatura fresca y un gusto por lo dulce aumentan notablemente los volúmenes ingeridos.
  • El entorno caliente acompañado de una disminución de hidratación puede causar un estado de "deshidratación crónica.
  • Cuando los aportes hídricos necesarios para compensar las pérdidas de sudor sobrepasan los dos litros al día, hay que asegurarse que la persona conserva una aportación en sales minerales suficientes (alimentación sólida cuantitativamente normal o absorción de las bebidas mineralizadas).

Fisiopatología

Los elementos siguientes son tenidos en cuenta:

  • El envejecimiento y las polipatologías que sufren las personas de edad reducen la sensación de calor percibida en el período de canícula.
  • Las personas que sufren de una enfermedad neurodegenerativa son los que tienen la disminución más importante de estos reflejos de protección.
  • Las capacidades de termólisis de las personas de edad son reducidas. Las capacidades de vasodilatación de la red capilar subcutánea, indispensable para aumentar la capacidad de producir sudor, son disminuidas.

Poblaciones concernidas, situaciones y factores de riesgos

  • La vejez.
  • La pérdida de autonomía.
  • Enfermedades neurodegenerativas (Parkinson) y demencias (enfermedad de Alzheimer y similares).
  • Enfermedades cardiovasculares y las secuelas de accidente vascular cerebral.
  • La obesidad y la desnutrición.
  • Toma de ciertos medicamentos.
  • Vivienda mal adaptada al calor.

Conjunto de los factores de riesgos.

Patologías existentes:

  • Diabetes.
  • Parkinson.
  • Infección.
  • Insuficiencia renal.
  • Aterosclerosis.
  • Hipertiroides.
  • Deshidratación.
  • Enfermedad de Alzheimer y similares.
  • Hipertensión arterial no controlada.
  • Enfermedad psiquiátrica.
  • Obesidad.
  • Mucoviscidosis.
  • Drepanocitosis.
  • Insuficiencia cardiaca.
  • Trastorno de alimentación.
  • Heridas en la piel (escaras, quemaduras).
  • Patología vascular periférica.
  • Anomalía del sistema nervioso autónomo.
  • Insuficiencia respiratoria.

Medio ambiente

  • Ausencia de árboles alrededor de la vivienda.
  • Ausencia de aire acondicionado.
  • Sin acceso a una zona fresca durante el día.
  • Trabajar en el calor.
  • Habitar en los últimos pisos de un inmueble.
  • Vivir en las grandes ciudades.
  • Trabajar en ambientes calientes o impermeables.
  • No tener donde vivir.

Factores personales

  • Personas mayores.
  • Niños, especialmente bebés de menos de 12 meses.
  • Dependencia o invalidez.
  • Antecedentes de trastornos durante épocas de calor.
  • Desconocimiento de las medidas de prevención.
  • Situación de exclusión o de precariedad.
  • Alcohol.
  • Drogas como cocaína, heroína, LSD (dietilamida de ácido lisérgico).

Tratamientos medicamentosos y la canícula

Los medicamentos a vigilar en períodos de calor fuerte

Ciertos medicamentos pueden interactuar con los mecanismos adaptativos del organismo solicitados en caso de temperatura elevada.

  • Medicamentos susceptibles de agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el bochorno por calor: diuréticos, en particular los diuréticos del asa (furosemida).
  • Medicamentos susceptibles de alterar la función renal: todos los antiinflamatorios no esteroideos (AINS), los inhibidores de la enzima de conversión (hipertensión arterial), los antagonistas de los receptores de la angiotensina II, ciertos antibióticos y ciertos antivirales.
  • Medicamentos que tienen un perfil cinético que puede ser afectado por la deshidratación: sales de litio, antiarrítmicos, digoxina, antiepilépticos, etc.
  • Medicamentos que pueden impedir la pérdida calórica del organismo por una acción a diferentes niveles: neurolépticos, agonistes serotoninérgicas, medicamentos anticolinérgicos, vasoconstrictores, medicamentos que disminuyen el ritmo cardíaco, hormonas tiroideas.
  • Medicamentos que pueden agravar los efectos del calor: antihipertensivos y antianginosos.

Recomendaciones a los profesionales de la salud

Las recomendaciones siguientes están dirigidas a los profesionales de la salud, en períodos fuertes de calor, para brindar tratamientos a los pacientes que presentan factores de riesgo:

  • Elaborar la lista de medicamentos tomados por el paciente (prescripción o automedicación).
  • Identificar los medicamentos que pueden alterar la adaptación del organismo al calor (menciones legales de los medicamentos).
  • Reevaluar el beneficio de cada medicamento en términos de beneficio-riesgo individual. Dejar de tomar todo medicamento que parece o sea inadaptado o no indispensable, teniendo en cuenta la patología tratada, el riesgo de síndrome de destete y de los efectos adversos.
  • Evitar la prescripción de antiinflamatorios no esteroideos , particularmente nefrotóxicas en caso de deshidratación.
  • En caso de fiebre, evitar la prescripción de paracetamol (ineficaz para tratar la insolación).

Importante: En ningún caso es justificado contemplar de golpe o sistemáticamente una disminución o una interrupción de los medicamentos que pueden interactuar con la adaptación del organismo al calor.

Según estas recomendaciones, es necesario proceder a una evaluación clínica del estado de hidratación de las personas en riesgo, antes de tomar cualquier decisión terapéutica por:

  • Una evaluación de las aportaciones hídricas.
  • Una evaluación del peso, de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial del paciente.
  • Si hay una prescripción de diuréticos, verificar que las aportaciones hídricas y soluciones salinas sean adaptadas en particular a una persona de edad.

Esta evaluación puede ser completada por un ionograma con creatininemia y la evaluación del aclaramiento de la creatinina.

Prevención y tratamiento de las patologías ligeras debidas al calor

Existen varios niveles de gravedad de patologías debido al calor, desde patologías menores hasta la insolación.

Clasificación de los niveles de gravedad de patologías debido al calor:

Nivel 1

  • Efecto del calor: quemadura por el sol.
  • Síntomas: enrojecimiento y dolores, en los casos graves hinchazón de las vesículas, fiebre, cefaleas.

Nivel 2

  • Efecto del calor: calambres.
  • Síntomas: espasmos dolorosos y abundante transpiración.

Nivel 3

  • Efecto del calor: agotamiento.
  • Síntomas: abundante transpiración, debilidad, frialdad y palidez de la piel, pulso débil, desmayo y vómitos.

Nivel 4

  • Efecto del calor: insolación.
  • Síntomas: temperatura del cuerpo elevada, piel seca y caliente, signos neurológicos.

Dermitis por el calor

Erupción muy irritante y enrojecimiento, maculopapuloso: generalmente se produce sobre partes del cuerpo cubiertas por la ropa.

  • Prevención: es recomendado el uso de ropa de algodón, ligera y suelta.
  • Tratamiento: antihistamínicos pueden ser prescritos para tratar el prurito. La clorhexidina puede ser utilizada para lavar y desinfectar la zona afectada.

El edema de las extremidades

Resulta de la vasodilatación que se produce en reacción al calor.

  • Tratamiento: los diuréticos no son indicados (aumentan el riesgo de deshidratación). El paciente debe estar en un entorno fresco, es preferible levantar las piernas. La caminata regular puede favorecer el retorno venoso.

Calambres debidos al calor

Se manifiestan por espasmos dolorosos principalmente de los músculos de los miembros superiores e inferiores, pero también de los músculos abdominales, con la interrupción de actividades físicas exigentes.

  • Tratamiento: instalar al paciente en reposo en un lugar fresco, haciéndole beber lentamente una bebida de rehidratación. Corregir los desórdenes hidroelectrolíticos por vía oral o por vía intravenosa.

Síncope debido al calor

Aparece principalmente en consecuencia de un esfuerzo físico en un entorno caliente.

  • Prevención y tratamiento: aconsejar al paciente sentarse de rato en rato en la sombra, flexionar regularmente las piernas y beber en abundancia.

Tratamiento de las patologías graves debidas al calor

Agotamiento debido al calor

Es provocado por una pérdida excesiva de agua y de sales del organismo en consecuencia de una exposición prolongada al calor y puede ser mortal en las personas mayores de edad.

  • Síntomas: elevación de la temperatura corporal (inferior a 40 grados), debilidad, agotamiento, cefaleas, vértigos, náuseas, vómitos, etc.
  • Tratamiento:
    • Colocar al paciente en un lugar fresco, seco y ventilado.
    • Acostarlo y dejarlo reposar.
    • Aplicar regularmente agua fría sobre el cuerpo, airear la piel mojada.
    • Hacer beber al paciente: agua, zumos de frutas o bebidas energéticas.
    • Fraccionar las tomas alimentarias para evitar la pérdida de las sales minerales. .

La insolación

La insolación es una urgencia médica que pone en juego el pronóstico vital.

  • Es definido por un crecimiento de la temperatura corporal central más allá de los 40°C.
  • Asociado a una alteración de la conciencia (convulsiones, delirio o coma). Otros signos clínicos: cansancio, hiperventilación, manifestaciones renales (por ejemplo: proteinuria), hipokalemia, trastornos de la coagulación y pérdida del conocimiento.
  • Afecta especialmente a las personas mayores de edad, inválidas o que toman medicamentos susceptibles de interactuar con los mecanismos de adaptación del organismo al calor.

Tratamiento de la insolación

  • Refrigeración: desvestir completamente al paciente, hacerle baños fríos si el estado del paciente lo permite, vaporización de tegumentos con agua y colocar un ventilador cerca del paciente.
  • Equilibración hidroelectrolítica: por suero salino isotónico, adaptado al ionograma sanguíneo.
  • Si el paciente sufre convulsiones, darle benzodiacepinas.
  • Si el paciente tiene dificultad para respirar: oxigenoterapia, intubación, ventilación y enfriamiento del aire.
  • En caso de rabdomiólisis: suero salino isotónico, furosemida y bicarbonatos.

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