Cuáles son los antagonistas de la vitamina K

Las antivitaminas K se utilizan como anticoagulantes, pues la vitamina K tiene un papel fundamental en la coagulación. Estos medicamentos tienen muchas indicaciones para evitar las sobredosis, las situaciones de riesgo hemorrágico y los accidentes hemorrágicos en los pacientes tratados con antivitamina K.

Cuál es el medicamento anticoagulante

El tratamiento anticoagulante tiene como objetivo evitar que se produzcan coágulos de sangre o que estos crezcan una vez que ya se han producido. Este tratamiento disminuye el riesgo de padecer un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular o que aparezcan coágulos en las arterias o venas. Pero hay que tener en cuenta que los anticoagulantes no son capaces de deshacer los coágulos que ya se han formado.

Qué son los anticoagulantes orales

Entre los nombres de los anticoagulantes orales se encuentran los dicumarínicos. Destacan el acenocumarol (o Sintrom) y la warfarina (Aldocumar). Estos fármacos actúan sobre la vitamina K, necesaria para que funcione todo el mecanismo de la coagulación.

En los últimos años han desarrollado cuatro nuevos anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) o nuevos anticoagulantes orales (NACO) indicados para el tratamiento de la enfermedad tromboembólica venosa (ETV). Entre los nombres comerciales de este tipo de anticoagulante oral se encuentran rivaroxaban (Xarelto), dabigatran (Pradaxa), apixaban (Eliquis) y edoxaban (Lixiana).

Tratamiento anticoagulante: alimentos prohibidos

Se debe cuidar la alimentación cuando se está bajo un tratamiento anticoagulante oral. El ajo y el aguacate deben evitarse, ya que alteran el efecto de los anticoagulantes que se administran por vía oral. También el hígado, el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo, la lechuga, las endibias, las hojas de espinacas, la mostaza, los aceites vegetales, la toronja, el jugo de arándanos, el té verde, la coliflor y los espárragos pueden resultar peligrosos. Un consumo de 300 gr a 600 gr al día de estas verduras ricas en vitamina K pueden provocar una interacción.

Qué alimentos interfieren con la warfarina

La warfarina puede interactuar con algunas hierbas como el jengibre, el ginseng y el ginkgo biloba. Con la hierba de San Juan se puede observar una reducción del efecto anticoagulante. También la alfalfa puede disminuir el efecto de la warfarina.

Anticoagulante oral de Bayer

El laboratorio Bayer ha desarrollado el anticoagulante oral llamado rivaroxaban. Se comercializa con el nombre de Xarelto. Está indicado para prevenir el ictus y el embolismo sistémico en pacientes con arritmia cardiaca por fibrilación auricular, así como en el tratamiento y la prevención de la trombosis venosa profunda. También se prescribe para prevenir el tromboembolismo venoso en pacientes adultos que sean sometidos a una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla.

Control de anticoagulación

Es muy importante que el paciente y su entorno sean informados de los riesgos de una hemorragia. Además, la hospitalización se realiza en caso de riesgo hemorrágico (ya sea por edad o antecedente hemorrágico).

En el caso de sobredosis asintomática, por encima del límite terapéutico de INR (International Normalized Ratio, por sus siglas en inglés, Relación Normalizada Internacional en español), se recomienda dar preferencia, cuando el contexto lo permita, al manejo ambulatorio. El INR debe controlarse de nuevo al día siguiente y la causa de la sobredosis debe identificarse para readaptar la dosis. A continuación, datos sobre las medidas que hay que tomar en caso de sobredosis.

Qué significa tener el INR bajo

Para pacientes con INR por fuera del rango terapéutico, pero menor a 5 y con sangrado no significativo se debe bajar la dosis u omitir una dosis, monitorear con más frecuencia el INR y reiniciar el tratamiento a una dosis menor cuando el INR esté en un nivel terapéutico.

En pacientes con INR superior a 5, pero menor a 9 y sangrado no significativo se debe omitir una o dos dosis, monitorear el INR de manera frecuente y reiniciar el tratamiento a una dosis menor cuando el INR está en un nivel terapéutico. Otra alternativa es omitir una dosis y administrar vitamina K1 (1 mg a 2,5 mg) por vía oral, principalmente, si el paciente tiene riesgo alto de sangrado. Si es necesario, revertir de manera rápida porque el paciente requiere cirugía urgente, vitamina K1 (5 mg) vía oral con la posibilidad de reducir el INR en 24 horas. Si el INR está aún alto, se deben administrar 2 mg de vitamina K1 vía oral.

Dosis de warfarina según INR

Para pacientes con INR superior a 9 y sangrado no significativo se debe retirar la warfarina y administrar una dosis alta de vitamina K1 (5 mg a 10 mg) vía oral, con la posibilidad de reducir el INR en 24 a 48 horas. Si es necesario, se monitorea el INR de manera frecuente y se usa vitamina K1 adicional. Se debe reiniciar el tratamiento a una dosis menor cuando el INR esté en niveles terapéuticos.

En pacientes con sangrado importante y niveles elevados de INR se recomienda suspender la warfarina y dar vitamina K1 (10 mg) en infusión intravenosa lenta con plasma fresco. El concentrado de protrombina o el factor VII activado recombinante son útiles de acuerdo con la urgencia de la situación. La administración de vitamina K1 puede repetirse cada 12 horas.

Para pacientes con sangrados que comprometen la vida y niveles elevados de INR se recomienda suspender la warfarina y administrar concentrado de protrombina, factor VII activado recombinante o plasma fresco, suplementado con 10 mg de vitamina K1 en infusión intravenosa lenta. Se debe repetir la dosis si es necesario dependiendo del INR.

En pacientes con INR elevado de manera leve o moderada sin sangrado mayor se sugiere que cuando se suministre vitamina K se haga por vía oral de preferencia.

Anticoagulantes para hemorragias y traumatismos

Una hemorragia grave o potencialmente grave necesita de hospitalización. Existen varios criterios que permiten determinar la gravedad de la hemorragia: abundancia del sangrado (se puede apreciar sobre todo en las repercusiones hemodinámicas), localización del sangrado que pueda implicar un compromiso vital o funcional, ausencia de control por los medios habituales, necesidad de una transfusión o de un gesto hemostático en un medio hospitalario.

A continuación, se informa sobre el manejo de una hemorragia grave:

El objetivo es obtener un INR inferior a 1,5. Hay que parar los anticoagulantes y medir el INR de manera urgente. Si se puede disponer de INR: administrar CCP (concentrado complejo protrombínico) a dosis adaptadas al resultado del INR. Si no se puede disponer de INR, administrar CCP a la dosis de 25 U/Kg (1 ml/Kg). En ambos casos, administrar 10 mg de vitamina K de preferencia por vía oral. Controlar nuevamente el INR a los 30 minutos.

Si el resultado es mayor a 1,5, nueva dosis de CCP y control de INR a las 6 u 8 horas. Es posible la administración acelerada de CCP en caso de extrema urgencia. Si la hemorragia no es grave, se recomienda que el doctor que lleva el caso trate al paciente en el ambulatorio. Hay que buscar las causas de la hemorragia y una eventual sobredosis. En caso de sobredosis, se recomienda adoptar las mismas medidas que en el caso de sobredosis asintomática.

En caso de traumatismo no craneal, hay que adoptar la misma actitud en función de la naturaleza del traumatismo y la gravedad potencial de la hemorragia. En caso de traumatismo craneal, hay que hospitalizar sistemáticamente al paciente para vigilarlo al menos durante 24 horas. El escáner cerebral debe ser inmediato en caso de síntomas neurológicos y puede realizarse de 4 a 6 horas más tarde en los otros casos. Hay que retomar la antivitamina K en función del riesgo de reincidencia hemorrágica y de la indicación inicial de la antivitamina K.

Administración de anticoagulantes y su control

La realización de cirugía menor y actos varios (como intervenciones dentales), responsables de hemorragias de baja intensidad y fácilmente controlables, pueden realizarse modificando el tratamiento con los anticoagulantes.

Objetivo: INR al momento de la intervención es menor a 1,5 o 1,2, se debe practicar una intervención de neurocirugía.

Si la causa de la descoagulación es una arritmia cardiaca por fibrilación auricular (ACXFA) sin antecedentes de embolias o una enfermedad tromboembólica de riesgo moderado, parar la antivitamina K sin necesidad de sustituirla por heparina y retomarla de 24 a 48 horas después y, si no es posible, heparina a dosis curativas si el riesgo hemorrágico está controlado.

Si la causa de la descoagulación es una ACXFA con antecedentes de embolias, enfermedad tromboembólica de alto riesgo o prótesis de cualquier tipo, parar la antivitamina K e introducir heparina a dosis curativas. Retomar la antivitamina K en las 24 a 48 horas siguientes y, si no es posible, heparina a dosis curativas si el riesgo hemorrágico está controlado.

Es importante señalar que la heparina como relevo de la antivitamina K debe utilizarse en dosis curativas.

Para el manejo pre y post hospitalario, de acuerdo con el riesgo trombótico en función de la indicación de antivitamina K y el riesgo hemorrágico de la cirugía o del acto invasivo, el tratamiento con antivitamina K se prosigue o se interrumpe. En este último caso, con o sin el relevo de una heparina.

Foto: © rasslava – 123RF.com

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