Varicela

La varicela es una enfermedad vírica muy contagiosa provocada por el virus varicela-zona.

¿Por qué se produce la varicela?

La varicela se transmite directamente de persona en persona al tocar las ampollas de alguien infectado o a través de su saliva o flujos nasales. El virus también se puede transmitir a través del aire al toser o estornudar. Las ampollas que se secan y presentan una costra ya no pueden contagiar la varicela.

¿Cuánto tiempo tarda en incubar la varicela?

El tiempo de incubación es el tiempo que pasa entre el contagio y la aparición de los primeros síntomas. En el caso de la varicela es de entre 8 y 28 días después del contacto con la persona enferma. Así la persona contagiada suele empezar a notar los primeros síntomas al cabo de unas dos semanas del contacto.

¿Cuánto dura el virus de la varicela?

La persona infectada de varicela puede contagiar ya desde las 24 hasta las 48 horas antes de la primera erupción (exantema). El peligro de contagio existe entre los 7 y los 10 días después de la formación de las primeras vesículas. Se considera contagiosa la persona hasta que la última vesícula se ha convertido en costra. Hasta ese momento la persona infectada no debe estar en contacto con otras porque podría contagiarlas. Es especialmente importante que el niño que padece varicela no entre en contacto con las personas que no la hayan padecido y, sobretodo, con mujeres embarazadas.

¿Cuál es la causa de varicela? El agente causal

La varicela es una enfermedad provocada por el virus varicela-zona.

¿Cómo se contagia? Transmisión y contagio

La varicela se transmite por contacto directo. El período contagioso empieza de 24 a 48 horas antes de la aparición de las lesiones eritematosas y dura alrededor de una semana. El niño debe evitar estar en contacto con otros niños durante el período en el que es contagioso.

Síntomas de la varicela en niños

En los niños que han estado en contacto con el virus, los síntomas aparecen a los 14 ó 16 días siguientes al contacto. La erupción provocada por el virus se caracteriza por la aparición de pequeñas vesículas que aparecen progresivamente en todo el cuerpo. Estas vesículas se transforman, se secan y se forma una costra. Ya no son contagiosas cuando se convierten en costra.
Las lesiones pueden observarse en la boca, sobre el cuero cabelludo...El período de incubación se prolonga durante 14 días aproximadamente: el niño es contagioso hasta que la erupción se transforma en costra. La varicela provoca muchos picores. Durante un período de cinco o seis días como máximo, puede aparecer unas décimas de fiebre y erupciones cutáneas. Las ampollas pueden cubrir todo el cuerpo, incluso las mucosas. Son redondas, rojas y se transforman rápidamente en pequeñas vesículas llenas de líquido.

Mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas

La varicela representa un peligro para las mujeres embarazadas no inmunizadas y para los bebés inmunodeprimidos.

Tratamiento

Consultar al médico para asegurar el diagnóstico de varicela, comprobar la ausencia de complicaciones y para que nos prescriba un tratamiento. Desinfectar las lesiones vesiculares con una solución antiséptica. Utilizar un antihistamínico prescrito por el médico que impedirá al bebé sufrir picores. Las lesiones provocadas por el rascado pueden infectarse y dejar cicatrices. Si se acompaña de fiebre alta bajar la temperatura con la ayuda de paracetamol prescrito por el médico.

Signos de gravedad

Una temperatura elevada, dolores abdominales, vómitos y una infección secundaria de las lesiones pueden complicar una varicela. Son extraordinarias dos complicaciones importantes: la neumonía y la encefalitis. El riesgo es más elevado cuando la varicela afecta a un recién nacido, una mujer embarazada o en una persona inmunodeprimida.

¿Cuando un niño tiene varicela se puede bañar?

La respuesta es sí: se recomiendan las duchas o los baños rápidos durante la varicela. El agua tibia o fría les puede ayudar a aliviar el picor. No se recomienda utilizar el agua caliente ni hacer baños largos ya que esto puede aumentar el picor. Después hay que secar al niño sin frotar para evitar que las ampollas se infecten y las costras se caigan y dejen cicatrices.

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