¿Puede el cáncer ser provocado por causas psicológicas?

La ciencia no ha confirmado la influencia de los factores psicológicos en la aparición de cáncer. Aunque ha identificado algunos factores del estilo de vida (como la mala alimentación y el sedentarismo) que pueden ser parte de un terreno favorable para su desarrollo.

El cáncer y su relación emocional

Desarrollar cáncer depende de muchos factores: celulares, genéticos, ambientales y del organismo en conjunto. Una vez que ha aparecido el cáncer, las emociones juegan un papel importante ya que son parte de cómo se afrontan los conflictos, cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con las personas de nuestro entorno. La ciencia no ha identificado los conflictos emocionales como responsables del origen de un cáncer. Sin embargo, una vez que se ha diagnosticado, el estado emocional del paciente puede tener altibajos.

Cáncer y emociones

Las emociones negativas —como el miedo, la tristeza, la represión de los sentimientos, el odio o el rencor— pueden reducir la calidad de vida del paciente, incluso después del tratamiento. Lo que experimenta el cuerpo, por ejemplo, cansancio o pérdida de cabello, también puede afectar el estado emocional del paciente. El dolor físico tiene una consecuencia en el ánimo.

El carácter angustioso del cáncer afecta al enfermo. A veces puede, incluso, destruirlo y provocar profundas conmociones psicológicas. Es una verdadera bomba lo que se estrella contra él: a partir de ese momento, tiene que aprender a vivir con la posibilidad de muerte.

Tipos de cáncer y emociones

El diagnóstico de cáncer es una experiencia que cambia la vida del paciente. La depresión, el miedo o la ansiedad son emociones normales ante esta enfermedad. La angustia ante el sufrimiento, a lo desconocido del cáncer y a la posibilidad de muerte, sin duda, son emociones muy fuertes que pueden alterar el estado anímico del paciente y sus familiares. El miedo que esta enfermedad provoca en ellos y la dificultad para hablar del problema hacen más frágil al enfermo, por lo que el apoyo puede tener un efecto benéfico.

Causas psicológicas del cáncer de seno

Existen diferentes factores de riesgo del cáncer de mama, algunos no se pueden controlar, como los antecedentes familiares y los genes. Sin embargo, son más las causas que sí se pueden controlar, como llevar una buena alimentación, mantener un peso saludable y no tomar alcohol (1 trago por día máximo).

Los cambios del cuerpo pueden afectar de forma negativa la autoestima de la paciente, así como la confianza en sí misma. Para aliviar algunos síntomas secundarios, la persona puede unirse a un grupo de apoyo para compartir su experiencia y escuchar a otras mujeres. Hablar sobre el problema en común ayuda a no sentirse sola ante esta enfermedad.

Causas emocionales del cáncer de colon

Como en todos los tipos de cáncer, no existe una causa única del cáncer de colon. Está ligado principalmente al sistema digestivo y a la alimentación. Existen mayores riesgos de desarrollar cáncer de colon si se padece de alguna enfermedad intestinal inflamatoria o si se consumen muchas carnes rojas o procesadas. También influye una alimentación rica en grasas y baja en fibra, además de fumar y beber alcohol. Por lo que no está relacionado directamente a una causa psicológica, aunque sentimientos como ansiedad pueden presentarse en una mala alimentación.

¿La depresión causa cáncer?

El cáncer puede provocar una depresión. Numerosas personas presentan una depresión tras el anuncio de un cáncer. El tratamiento puede ser muy demandante para el cuerpo del paciente, lo que puede llevarlo a no sentirse bien anímicamente. Es fundamental no dejar que la depresión evolucione, ya que podría impedir una recuperación favorable. El apoyo de su familia y seres queridos es importante para sobrellevar esta situación y no caer en un estado emocional que pueda resultar perjudicial.

Un estado depresivo crónico (es decir, presente durante varios años) puede constituir un factor de riesgo para la aparición de la enfermedad, pero en el sentido de que la depresión puede llevar a la persona a adoptar hábitos que repercuten de manera negativa en su organismo y salud.

Estrés psicológico y el cáncer

El estrés puede aparecer durante el tratamiento del cáncer, tanto en el paciente como en los familiares y amigos que lo rodean. La persona bajo el tratamiento puede sentir frustración por los cambios en su vida, como no poder participar de lleno en sus actividades habituales. Por su parte, la familia puede resentir el estrés por el acoplamiento a las tareas de cuidado y del hogar o por sentir que no hacen lo suficiente para ayudar a su familiar.

Aunque se cree que el estrés aumenta las probabilidades de sufrir cáncer en las personas sanas y disminuye la supervivencia de las personas que ya lo han desarrollado, esto no se ha probado. Las investigaciones al respecto no encuentran una relación fuerte entre el estrés y el cáncer.

Estrés y cáncer

No existe evidencia fuerte de que el estrés pueda generar cáncer. Los estudios que hablan sobre la relación entre factores psicológicos y mayor riesgo de cáncer han sido ampliamente cuestionados con pruebas científicas. El estrés está ligado a ciertos problemas físicos que puede repercutir en la salud, como en los sistemas digestivo y urinario o debilitar el sistema inmunitario. Aprender a manejar el estrés ayuda a bajar los niveles de depresión o ansiedad, para elevar la calidad de vida. Sin embargo, no hay evidencia de que mejore la supervivencia al cáncer.

Cáncer psicológico

El estrés psicológico aparece cuando una persona está bajo presión mental, emocional o física. Este tipo de estrés y la angustia pueden afectar la calidad de vida de la persona con cáncer, así como provocar malos resultados en los exámenes clínicos. Se puede hablar de la influencia indirecta del estrés, la depresión o la angustia con la aparición del cáncer, ya que pueden provocar la adquisición de prácticas que alteran el estado de salud, como fumar, beber alcohol, no comer de manera saludable o el sedentarismo; actividades que, sin duda, afectan al organismo.

Es bueno aceptar el diagnóstico del cáncer, evitar rendirse, encontrar la energía para luchar, aprender a relajarse, reencontrar la confianza en uno mismo, no dejarse vencer por el estrés, conseguir expresar las angustias y evitar hundirse en una depresión, así como dar afecto a sus parientes y amigos.

Terapia psicológica para pacientes con cáncer

En caso de ser diagnosticado con cáncer, la ayuda psicológica puede sumarse al tratamiento clínico. Ayuda al paciente y a sus seres queridos a enfrentar mejor la enfermedad, desahogarse, hablar sobre sus temores, compartir su experiencia y conocer personas que están o han pasado por lo mismo. El seguimiento psicológico es indispensable para las personas afectadas por el cáncer.

Antes el cáncer era considerado una enfermedad mortal, pero cada año los progresos de la medicina son mejores, los tratamientos son más acertados y los diagnósticos se hacen más temprano. Cada vez más pacientes se curan.

Causas del cáncer

La medicina es consciente de que las enfermedades no transmisibles —también conocidas como crónicas y degenerativas— no tienen una sola causa. Por el contrario, tienen muchas causas: genéticas, ambientales y de estilo de vida del paciente, como es el caso del cáncer. Influye la interacción entre la persona y su medio, hábitos, dieta, estrés, toxinas y contaminantes, entre otros factores.

Hoy en día no existe un consenso que afirme que el estrés favorece la evolución del cáncer. Relacionar la aparición de un cáncer únicamente con las fragilidades psicológicas puede llevar a algunos pacientes a interrumpir los tratamientos recomendados y a dejarse llevar por personas que los animan a dejar los métodos de la medicina tradicional, situación que podría tener consecuencias mortales.

Foto: © Lisa Young – 123RF.com

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